miércoles, 5 de diciembre de 2012

No hay derecho


La palabra "derecho" es polisémica, puesto que existen muchísimas acepciones para este vocablo. Es más, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua recoge casi 30 definiciones de este término. La problemática para ajustar una definición a la palabra "derecho" radica en una serie de características que los alumnos de Derecho estudian en asignaturas como Teoría o Filosofía del Derecho.
El "derecho" principalmente se reduce a derecho objetivo, las normas y leyes; a derecho subjetivo, las facultades jurídicas que tenemos, nuestros derechos; el derecho como valor, que responde al ideal de la justicia y al derecho como ciencia.
La problemática a la hora de definir la palabra "derecho" radica en su vaguedad (casi treinta definiciones), en su ambigüedad (que se pueda entender de varias formas) y en la carga emotiva (los sentimientos que nos produce).
Cuando utilizamos la palabra "derecho" como la expresión del encabezado y título de esta entrada, nos estamos refiriendo al derecho como valor, como el quebranto de la justicia y a esto, si le añadimos la carga emotiva del propio vocablo, el rechazo es tan abrumador que únicamente te lleva por los caminos del exilio del país, continente o planeta... o de buscar la autoeliminación de ese sufrimiento, sin saber muy bien cómo, de ese dolor inútil que produce el pensar sobre todas estas cosas que están ocurriendo en este país.

Esta introducción no es simple nostalgia a las clases de Derecho Natural, allá por el 2004, sino más bien por las tristes y pesimistas noticias que continuamente se oyen, se leen y se ven en los medios de comunicación y es lo que me ha impulsado a escribir otra vez, tras más de un mes y pico sin haberlo hecho. La última noticia, y la percutora de esta entrada, ha sido la subida de las pensiones.

Como decía antes, la emotividad es tal que me produce un rechazo tan grande el poco cambio habido en España este último año que no se puede decir más que:
·     No hay derecho a que tengamos un sistema nacional de pensiones tan injusto y que se tenga que pagar de forma solidaria.
·         No hay derecho a que las pensiones cotizadas durante más de 35 años sólo se revaloricen un 1% (2% en el mejor (o peor, según se mire) de los casos).
·     No hay derecho a que con la cantidad de impuestos que pagamos se hayan cargado el sistema sanitario.
·       No hay derecho a que siendo todos españoles en Murcia o Santiago de Compostela no me pueda ver un médico si no es de urgencia.
·    No hay derecho a que a los trabajadores por cuenta propia se les haya subido el tipo impositivo de un 15% a un 21%.
·  No hay derecho a que tal y como está la situación económica nacional se hayan incrementado los tipos impositivos de los impuestos indirectos y de los directos.
·     No hay derecho a que las Comunidades Autónomas sigan siendo deficitarias, poco, no llega al 1%, pero al fin de cuentas gastan más de lo que ingresan.
·         No hay derecho a que haya Comunidades Autónomas con embajadas en el extranjero.
·   No hay derecho a que haya dieciocho defensores del pueblo, del menor... con sus respectivos asesores, secretarios consejeros...
·   No hay derecho a que partidos políticos y sindicatos se financien con cargos a los presupuestos.
·         No hay derecho a que seamos uno de los países de Europa con más número de políticos.
·     No hay derecho a que un niño catalán tenga que aprender otra historia, otra geografía, otras matemáticas que un niño manchego o asturiano.

            Y siguiendo con la educación...
·        No hay derecho a que hayamos tenido tres leyes orgánicas sobre educación y sigamos a la cola en todos los informes sobre educación, como el informe Pisa.
·      No hay derecho a que los estudiantes no se conciencien de lo caro que es estudiar en la universidad.
·      No hay derecho a que los estudiantes mal empleen el dinero de la universidad pública y, sin causas justificadas, tarden deliberadamente más de lo que les corresponde en terminar sus estudios.

Pero tampoco hay derecho a otras muchas cosas como:
·       Que se haya convocado dos huelgas generales políticas en menos de un año y que no han servido más que para empeorar la imagen de España al exterior.
·         No hay derecho a que haya españoles que no se levanten de la cama por menos de 1.000€ a mes ya que cobran 800€ de paro.
·    No hay derecho a que la mentalidad siga siendo la de estar encadenado a una mesa y protestar por ello ¿cuánto más lógico sería establecer el salario en función de la productividad del trabajador?
·     No hay derecho a que el representante de los empresarios sea un delincuente de guante blanco.

Y volviendo con los empresarios:
·     No hay derecho a que a los creadores de empleo se les trate como se les está tratando ahora; sin PYMES, sin El Corte Inglés, sin INDITEX, sin Mercadona... el número de parados sería inmenso. Y, sin embargo, el único reconocimiento que tienen son crueles caricaturas en zafias series de televisión.

En fin, la lista podría ser interminable pero me da la sensación de que los problemas de la España del siglo XXI se podrían resumir en tres:
1.       Los partidos políticos.
2.       Los separatismos locales.
3.       La lucha de clases (que, aunque parezca mentira, hoy en día cada vez se escucha más)

¡¡Qué tengan todos unos buenos días de descanso!!

miércoles, 10 de octubre de 2012

Afectados (i)responsables


Hoy quiero hablar de todos los afectados por la hipoteca. Es un tema amplio por las muchas estipulaciones que contienen las hipotecas y por la forma en que se han comercializado en el mercado español y, también por haber leído por las redes sociales que un viejo conocido iba a pedir firmas para esos “afectados”. (no voy a entrar a valorar en ningún momento los temas o cláusulas que tengan que ver con los tipos de interés o cláusulas suelo ya que si no se alargaría de forma exponencial).

La hipoteca, del griego hypoteca, se utilizaba ya en la Grecia y en la Roma Clásica como una garantía inmobiliaria de los arrendamientos públicos y, también, como una garantía de los arrendamientos rústicos. Los aperos de labranza constituían una garantía para el pago de la renta. En el Derecho Romano clásico[1] podían ser objeto de hipoteca tanto las cosas corporales como los derechos. Existía la posibilidad de constituir varias hipotecas sobre una misma cosa o derecho, teniendo estas hipotecas preferencia según el tiempo en que se habían constituido; esto es, las más antiguas sobre las más modernas. Esta posibilidad de múltiples hipotecas daba lugar a que segundos o terceros acreedores no recuperasen su crédito por lo que se empezó a exigir una garantía personal junto con la hipotecaria.
Por lo tanto, ya en Roma nos encontramos que existían dos tipos de garantías: las reales (responden las cosas: si no pago te quedas con el bien) y las personales (responden las personas: yo respondo del pago).


A día de hoy, cuando vas a comprar una casa tienes, salvo que dispongas de una gran cantidad de dinero en efectivo o realices una permuta, que acudir a una entidad de crédito para que te facilite un préstamo, generalmente vas a varias y será solo una, con suerte, la que te conceda el capital necesario para la compra venta de la vivienda.
Esto es ahora, pero hace unos pocos años, más de cuatro y menos de diez, eran las propias entidades las que se peleaban entre ellas otorgando préstamos hipotecarios, incluso créditos en algunos casos.

No voy, y es totalmente innecesario, a explicar lo que es la burbuja inmobiliaria pero sí que creo que es necesario recordar lo ocurrido y ver, realmente, cómo las dos partes estipulantes de un contrato, al que acudían libremente, actuaron mal y de forma irresponsable.

La responsabilidad, en estos tiempos, no vale nada, da igual ser responsable en una sociedad donde lo que prima es la irresponsabilidad. Leí una vez que hemos pasado del: “- ¿lo quieres? – trabaja para tenerlo” al “- ¿lo quieres? – lo tienes”.
Como el orden los factores no altera el producto, diré, en primer lugar que la banca (no sólo los bancos) en su afán de ganar dinero[2] lo ha hecho muy mal a la hora de conceder hipotecas sin entrar a valorar, de forma correcta, los riesgos de sus clientes.

El otro contratante, el que felizmente adquirió una vivienda, el que fue a negociar con cuatro entidades de crédito a ver cuál le daba más capital o tenía el tipo de interés más bajo… Ese comprador que ahora ha perdido su empleo y que cuando le comunicaron que le concedían la hipoteca no se molestó en pedir una copia de la escritura previa a la formalización. No tuvo la suficiente diligencia como para leer (que no digo comprender) lo que iba a firmar, que luego en la notaría tampoco leyó lo que firmaba y que cuando llegó a su casa archivó la escritura del otorgamiento de la hipoteca también sin haberla leído.


Y de esos polvos se han hecho estos lodos, y de esas no lecturas viene estas cláusulas y estos desahucios. Pero como estamos en el mundo del donde dije digo digo Diego, del todo da igual , de qué más da, de los bancos son malos… La banca no es que sea mala, es que está para ganar dinero con el depósito y préstamo de capital, igual que una fábrica de tornillos está para ganar dinero con la producción de tornillos.

Como se ha dicho antes, ya en la época de la Roma Clásica se exigían garantías personales, igual que ahora, pero ¡cómo no leemos lo que firmamos! pues firmo una garantía personal también con la garantía real y si no puedo pagar, pues ya entregaré la vivienda y punto. Y claro, no entendemos porqué tenemos que seguir pagando si ya he entregado la vivienda. Pues muy fácil, hay que seguir pagando porque:
1.      Ud debe mucho dinero y muchos intereses.
2.    Ese dinero que Ud debe no se cubre solamente con la subasta de la vivienda, ya que ahora su precio es mucho menor.
3.    Ud. firmó una garantía personal por la que se comprometía al pago del préstamo y tiene el deber de responder por esa deuda, sino, ¡haber leído!
No quiero, por lo menos ahora, mencionar los avales, seguros de vida, etc que se exigen también para satisfacer las deudas hipotecarias para no alargarme más de la cuenta.


El ser responsable parece que no vale nada hoy en día ¿cómo vas a decirle a tu hijo que haga los deberes del colegio si cuando tú no puedes cumplir con tus obligaciones libremente contraídas reclamas que se te perdone?
Si cuando la situación nos viene hacia arriba tú te muestras como un afectado, a pesar de tu negligencia, y te limitas a protestar, a gritar que te desahucian en vez de coger el toro por los cuernos y asumir tus responsabilidades ¿qué es lo que les vamos a legar a nuestros hijos? que ¿todo vale? ¿es que nunca vamos a madurar como sociedad? ¿tan mal lo han hecho nuestros padres? ¿es que nunca vamos a ser capaces de sacar las castañas del fuego por nosotros mismos? ¿nunca vamos a decir esto es la consecuencia de mis actos y yo los asumo porque soy responsable? O por el contrario ¿nos vamos a seguir comportando como adolescentes a los que todo les da igual y que piensan que ya vendrá papá a solucionarlo? No lo sé y espero que no, me resigno a creerlo cuando leo cosas como esta: http://www.echaleku.es/yo-me-arruine-emprendiendo/ y veo que todavía queda gente responsable de sus actos.



[1] Entiéndase Clásica como periodo amplio del dominio de Roma.
[2] Como cualquier empresa que se precie, su último fin de la banca es ganar dinero, incluso las Cajas de Ahorro con la liberalización del sector. 

jueves, 27 de septiembre de 2012

25 de septiembre (¿fun, fun, fun?)


Escribo algo al final del día 26, más de 24 horas después de los hechos ocurridos ayer entre la Carrera de San Jerónimo, la Plaza de Neptuno y el Paseo del Prado. Algo huele a podrido, algo desprende un tufillo nauseabundo que me impide seguir con el trago que me he servido como colofón, merecido, a una dura jornada de trabajo.
Leen ustedes que algo huele a podrido y sí, leen bien. Da la sensación de que la democrática izquierda, en este país llamado España está en un estado de descomposición tal que no sabe perder y que no acepta las leyes y las normas del juego cuando pierde y eso es el duro castigo que pagamos por tener a la socialdemocracia en el gobierno presidido por el señor Rajoy.

La historia se repite, queda patente en los hechos que estamos viviendo estos días. Yo ya los he vivido en los años 2001 o 2002, sin violencia. O con violencia, en el año 2003. En esa época sabía perfectamente lo que pasaba y porqué ocurrían las cosas con más o menos la misma certeza que ahora. Hace bien poco ha habido una guerra en Libia y la masa no ha salido a la calle, igual que con las masacres en Siria y, ¿dónde estaban los titiriteros de 2003? En el poder, por eso no salían a la calle.
La izquierda cuando no gobierna (dos legislaturas y casi un año desde las pasadas elecciones en el último periodo democrático) arma bronca y gresca, les interesa que haya crispación y tensión. Son capaces de enfrentarse a las fuerzas del orden público (la izquierda en general, no pongamos nombres) para conseguir su fin. El más puro maquiavelismo consagrado, para ellos el fin sí justifica los medios. En un Estado de Derecho, el fin nunca puede justificar los medios y más si el fin que se pretende es derrocar por la fuerza al Parlamento.

He dicho antes que la historia se repite y he mantenido que los hechos de ayer se produjeron en el 2003 por una guerra a la que España fue una vez concluida y no a bombardear Líbano, como me comentó en una cena un piloto de F-18 del Ejercito del Aire y no salieron a la calle. La historia anterior a esta que recuerdo, en democracia, se remonta a octubre del 1934 con una serie de sucesos muy similares. La huelga general estuvo dirigida por miembros del Partido Socialista y de su sindicato, así como la CNT, FAI y el Partido Comunista y tuvo los disturbios provocados tuvieron que ser sofocados por la Legión[1].


¿Está el PSOE detrás del 25 – S o del 15 – M? pues yo no lo sé, pero sí se vio ayer a Cayo Lara con los “rodeantes” del Congreso.
¿Se vieron banderas de España ayer o en 15 – M? No, en cambio sí se vieron banderas de regímenes totalitarios o de la II República (que ya sabemos todos como acabó).
¿Gobernaba la derecha cuando ocurrieron todos estos hechos? Si al gobierno del señor Rajoy lo aceptamos como de derechas… sí, gobernaba la derecha.

La problemática de estos hechos me parece más grave que de lo que pueda parecer. Gente con ideas maquiavélicas idea planes revolucionarios para derrocar al gobierno vigente [teniendo en cuenta la mala situación del país, la desmembranización y pretensión de “federalización” del mismo, pues igual no vendría mal que TODOS, de acuerdo, y sin colores e ideologías nos pusiéramos de acuerdo]. El problema de estos planes es que están auspiciados por un solo color, sus banderas son las republicanas que se creen en el poder de una verdad absoluta, de su verdad, y con legitimación para cometer delitos como es el atentado contra las Instituciones de la Nación.



Hasta aquí la comparativa histórica del 25 de septiembre. Ahora quiero desvincular mi postura y mi discurso con que tiene el actual gobierno, o por lo menos intentarlo. Lo único que comparto con ellos es la no balcanización de España y la defensa de que la Nación española es la patria común e indivisible de todos los españoles, dejando al lado cualquier monserga federalista.
Como romántico, el amor a la patria, a sus tradiciones, a su historia y sus costumbres lo llevo grabado en el corazón y me molesta de una manera soberana que la gente de izquierdas atente contra España tan impunemente. Como librepensador (sapere aude – atrévete a saber) no puedo evitar pensar en mí como individuo libre y como individuo libre me disgusta que el gobierno actual estrangule al ciudadano con una asfixia fiscal y, sobre todo que el dinero se malgaste en autenticas sandeces que asombrarían hasta al más inepto de los necios.

En fin, este es el país en el que he visto la luz, el hogar de mis padres y la tierra donde descansan mis abuelos (curiosamente en Cataluña y Asturias, focos de la Revolución del 34) y es en este país donde tengo la desdicha de ver como mi pueblo no ama la libertad[2], que la cambia para que el Estado le haga el gasto por él, le diga a donde puede y como no debe actuar…


[1] El motivo de la Revolución del 34 fue, precisamente el no adelantamiento de las elecciones que esperaba el PSOE por haber retirado la CEDA el apoyo al Partido Radical. Sin embargo, Alcalá – Zamora obligó al Radical Lerroux a formar gobierno con tres ministros de la CEDA.
[2] Por favor, no confundir libertad con libertinaje, la libertad no nos da derecho a hacer lo que nos de la real gana y sí a comportarnos conforme a la sana convivencia social. Tu libertad de expresión no puede perjudicar mi libertad de paso porque tengas la real gana de cortar una calle sin las autorizaciones previas. No caigamos en demagogia barata ni hagamos de la libertad un adalid que nos impida convivir en paz. 

jueves, 20 de septiembre de 2012

viernes, 14 de septiembre de 2012

Sobre talentos y egoísmos


Buenos días a todos, tras un verano convulso con el que no ha habido tiempo para nada más que para enfrentarme a nuevos retos profesiones, me he visto en la tesitura de tener que ir abandonando (de forma involuntaria) este espacio, de haberlo dejado huérfano pero espero, poco a poco, ir recuperando el ritmo y poder volver a publicar entradas con más o menos periodicidad y rescatar los manuscritos que, por un motivo u otro, los apilé en la bandeja de asuntos pendientes.

Hoy he decidido arriesgarme e innovar. He querido mezclar una parábola con un pensamiento económico; pensamiento económico y parábola que llevan dando vueltas por mi cabeza un tiempo. Lo que lleva tantos días dejándome intranquilo es el egoísmo, el egoísmo superviviente del ser humano.

Decía Adam Smith que los beneficios del individuo radican en los egoísmos de otro. Nosotros tenemos pan no porque sepamos hacer pan, sino porque un señor, en el sentido más egoísta de la palabra, quiere obtener un beneficio, quiere ganar dinero y para ganar dinero produce y vende el pan. En caso contrario, de no querer ganar dinero, no vendería el pan, lo regalaría.
Esto es porque el panadero no es benevolente, ni tampoco una ONG, cobra por su pan y tú puedes decidir si comprar su pan o no, si te gusta o no, en definitiva, si lo quieres o no lo quieres.
Lo mismo ocurre con el carnicero, el cervecero (siguiendo con los ejemplos de Adam Smith), en su propio interés y no por su benevolencia podemos comprar carne, cerveza, etc. Ya que ellos, con su trabajo, buscan su propio interés[1]. Cada uno es egoísta y potencia su propio talento en consideración de su propio beneficio.



Y ¿a qué me recuerda este talento que potencia el carnicero, el panadero, etc? pues me recuerda a la parábola de los talentos[2]. De forma resumida, esta parábola dice que un Señor dejó a cada uno de sus siervos talentos en función de su “capacidad para el desempeño”[3]. Los dos primeros pusieron sus talentos a trabajar y generaron riqueza, de su esfuerzo consiguieron más de lo que tenían, cada uno según su capacidad. Aunque uno ganase cinco talentos y el otro dos, la respuesta de su señor fue la misma: “Bien, buen siervo y fiel”.
El egoísmo de los dos siervos les lleva a trabajar lo que les dan para obtener posteriormente su recompensa: “sobre lo poco has sido fiel, sobre lo mucho te pondré”. Gracias a su esfuerzo consiguen tener y ser recompensados, como el panadero que se levanta de madrugada para preparar el pan que vende durante el día.


Por otra parte, el lector puede pensar que igual que soy egoísta y cobro por lo que hago, puede haber personas que conviertan su egoísmo en no hacer nada, que no buscan ningún beneficio, ni de forma moral ni onerosa… nada. Ahora bien, si la sociedad obtiene del pan, carne, etc del egoísmo del panadero y del carnicero ¿qué obtiene del egoísmo del que no hace nada? Pues la respuesta es que no obtiene nada.
Entonces, tendríamos que valorar porqué el individuo, en su egoísmo de decidir, decide no hacer nada. Si lo decide de motu proprio o le viene impuesto. Si lo decide él mismo sin tener ninguna justificación, pueden, desde mi punto de vista, ocurrir dos cosas: que cada palo aguante su vela y que el individuo sea excluido de la sociedad (entiéndase esta exclusión no en un sentido peyorativo, sino en una obligación con la sociedad do ut des (doy y me das) la Sociedad, o el Señor en la parábola, te dan según lo que aportes, como ejemplo el sistema de pensiones). O, también puede ocurrir, que la sociedad decida ser benevolente y el individuo reciba un sustento, bienes económicos, materiales… para vivir.
Por el lado contrario, si le viene impuesto por lo que fuere, la sociedad tiene que ayudarle. 

Esto enlaza, volviendo a la parábola, con ¿qué ocurre con el siervo que no hace crecer su talento? El perezoso, aquel que no trabaja su talento, acaba perdiendo lo que tiene y, si el panadero, el carnicero, etc, siguen siendo egoístas y no benevolentes con él, el que decide no trabajar para obtener un beneficio no podrá obtener los bienes que éstos producen.


Entiendo la justicia como la voluntad de dar a cada uno por lo que tributa, pero también entiendo que un mínimo de oportunidades han de ser dadas a cada uno, ahora, si las pierdes, es porque quieres y no sabes aprovechar tu talento y al que no sabe utilizar su talento le debería ocurrir lo mismo que al siervo negligente, ya que si no tributas por nada, nada deberías recibir (siendo esto de forma voluntaria). Todos tenemos un talento que nos hace valer en la sociedad en la que vivimos, el problema, el verdadero problema surge cuando se corrompe ese talento con ayudas, subvenciones y demás que lo único que hacen es favorecer a que no se trabaje ese talento.



[1] El interés no tiene porque ser crematístico, ya que hay muchos intereses como la satisfacción personal que son de difícil cálculo y, muchas  veces, más valiosos que cualquier interés material.
[3] Definición de talento según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua.

miércoles, 13 de junio de 2012

Desmontando a Ignacio Escolar

El caso es que hoy poco antes de la hora de la comida leo en Facebook un título de un artículo que creo que puede parecer interesante: "España necesita otro rescate: uno moral". La simpatía demostrada hacía ese título queda patente en alguna que otra entrada que he ido publicando en este sitio. Pero desde que abrí ese link en una pestaña nueva no he podido más que desilusionarme... y quiero comentar, resumidamente porqué.

No hace falta ser muy sagaz para descubrir que el autor de ese artículo, sr Escolar, no puede ser más dispar, políticamente hablando que este relator y que con ver la firma de quien escribía sobre el rescate moral de España sentí una gran desilusión que me gustaría dejar plasmada puesto que no la he podido compartir con nadie... ¡aún!

Empezando con la lectura de este breve relato no llego, por más que lo intento, a comprender los postulados del señor Escolar en los que nada más comenzar suelta dos perlas tan preciadas como Bankia y las pitos a los símbolos nacionales. Mire, usted pide una comisión de investigación sobre lo ocurrido en Bankia ¿para qué? ¿interesa una comisión de investigación para saber lo ocurrido en Bankia? Voy a intentar explicarlo de una manera fácil: No, primero porque, efectivamente, las cosas se han hecho muy mal y se va a tapar todo lo que se pueda y segundo porque hay una amplia mayoría sindical, la que está detrás de Bankia, porque se ha dejado a los sindicalistas que jueguen a ser banqueros y esto, señor Escolar, es más peligroso que dejar que un lobo cuide nuestras ovejas. ¿Podría decir cuantos cargos de la izquierda (y no quiero exculpar al PP) había en la dirección de la entidad? ¿Le suena, señor Escolar, lo que es una Caja de Ahorros y Monte de Piedad? ¿Sabe cuál fue su origen? y yo me pregunto ¿Por qué tiene que haber sindicalistas y políticos en los Consejos de las Cajas de Ahorro y Monte de Piedad?
Seamos sinceros ¿cómo se formó Bankia? Con la integración de varias cajas en lo que ahora es Banco Financiero y de Ahorro. Cajas que estaban quebradas y más que lo estarían ahora de haber seguido solas ¿Por qué autorizó el Banco de España la integración? No lo sé, me lo he planteado alguna que otra vez, pero no encuentro una respuesta que me satisfaga, la verdad... ¿sabe por qué Bankia ha necesitado más dinero ahora del que en un principio dijo? Porque el 11 de mayo se aprobó un Real Decreto-ley sobre el saneamiento de los activos inmobiliarios del sector financiero que le obligaba a poner más dinero encima de la mesa para cumplir con los requisitos normativos.

De lo que usted denomina "Ley de contra las pitadas al himno" no puedo hacer más, a parte de remitirle a mi entrada anterior, que decirle que es un verdadero problema de educación y de respeto y recordarle, ya que usted habla de moralidad, el relativismo de lo que se considera la "Razón de Estado". Señor Escolar, el fin nunca puede justificar los medios. El fin de la independencia vasca o catalana no puede justificar hechos de vandalismo callejero, de insultos y de menosprecio a las figuras del estado español; gusten o no gusten, se respetan.

Habla usted del rescate del sábado y que debería haber implicado la caída del gobierno ¿se puede ser más demagogo? yo me pregunto qué hubiera pasado si en el 2008 ó 2009 se hubiese cogido el toro por los cuernos, se hubiesen hecho las provisiones necesarias para dotar las pérdidas por la depreciación del suelo y de los activos inmobiliarios y, a la que hubiese sido nuestra banca con pérdidas, se la sanea o rescata para mejorar la liquidez.
Pues como no tengo una bola de cristal, no sé a ciencia cierta qué habría pasado pero puedo imaginar que la situación tan dramática que estamos viviendo ahora no sería así, sino que la crisis, probablemente, habría sido más suave, mas atenuada.
Pero hay más, señor Escolar, ¿no nos hemos enterado, hace apenas una semana, que se le ofreció al anterior presidente del gobierno un rescate? y, además, por duplicado ¿cómo se puede tener tanta cara de decir que el rescate es culpa del actual gobierno [bajo ningún concepto quiero defender el gobierno del sr. Rajoy]? Señor Escolar, insulta usted a mi inteligencia (y a la de muchos españoles) con ese escrito. Un gobierno no sabe como actuar ante una crisis económica global, no hace más que cometer errores tan grandes que le llevan a una debacle electoral, el nuevo gobierno pide dinero para arreglar el desaguisado que hay en el país y, encima, ¿tiene que dimitir? su fanatismo le delata...

Respecto de Dívar, no voy a decir nada, no conozco el tema muy profundamente y de lo que no sé, no hablo. Y de Percival, pues bueno, las noticias no han de plasmarse en el mercado bursátil tan pronto como se conocen pero imagino que como usted es un experto en Bolsa lo sabrá mejor que yo y, sobre todo, conocerá lo que es la irracionalidad del mercado, lo que es ir en contra de la tendencia, lo que es la incertidumbre de mercado y lo que es el análisis fundamental para valorar la sobrecompra o sobreventa de los valores.

Seguimos con la demagogia: Detienen en Fuenlabrada a un hombre por abuchear a la Presidenta de Madrid y yo pienso que es de muy mala educación y muy inmoral abuchear a Espe o a ZP... pero me da por leer el artículo entero y leo, en el primer párrafo, que ha sido detenido por resistencia y atentado a un agente de la autoridad. Vamos, que unos maleducados abuchean a un político, la policía les pide que (espero que con un por favor mediante) se vayan, siguen armando gresca, le dan a un policía y claro, éstos se llevan a uno. ¡Qué distinto es de lo que usted a escrito!

Y por último diré que estoy de acuerdo con usted en su último párrafo, nos hace falta un cambio moral en la sociedad española, que nos haga valorar más lo nuestro y no lo de los demás. Que el que quiera pan que se lo trabaje y se lo gane. No es cuestión de ser máquinas que sólo trabajemos, que cada uno haga para él lo que quiera y que, respetando a los demás y a la sociedad en la que vivimos, que haga de su capa un sayo. Ya es hora de que seamos capaces de vivir de nuestro trabajo y no de las subvenciones, cheques bebes y demás milongas que mis padres criaron a unos cuantos hijos y no les dieron ningún cheque por ellos.





martes, 29 de mayo de 2012

Entre pitos y bancos

El romanticismo es un movimiento cultural y político que exalta, entre otros, los valores nacionales. Mi nación es España y siento una profunda tristeza cuando ocurren acontecimientos como lo que sucedió el pasado viernes en el Estadio Vicente Calderón. Aunque ya hayan pasado cinco días desde que el Barcelona se impusiera al Bilbao en una final de la Copa del Rey marcada con las polémicas declaraciones de grupos separtistas y regionalistas como las de la Presidenta de la Comunidad de Madrid.

La cuestión es más importante de lo que parece por lo que este acto no puede ser considerado como una simple bagatela, como un simple hecho aislado de cuatro personas maleducadas que no ven más allá de su ombligo y que sólo ven y buscan una parte (casualmente la más favorable para ellos) que es conseguir la separación política de España, bien como libre asociado o bien como estado independiente.
El problema, dento del triángulo crítico del que he ido hablando a lo largo de entradas anteriores, forma parte de la crisis de identidad ¿qué somos? ¿qué queremos ser? ¿cuáles son nuestros objetivos a corto-medio-largo plazo como organización política? Pero no forma parte únicamente de la crisis de identidad ya que también está encasillada en la crisis moral que hay en este País porque, fundamentalmente, hay un problema de educación y respeto y los responsables de la falta de educación y de la falta de respeto que hoy padecemos es culpa de la laxitud con la que se ha (y se está) educando a las generaciones presentes (y venideras).

El pasotismo tan grande que se ha ido implantando  a lo largo de estas últimas décadas, la falta de autoridad de profesores y maestros nos ha llevado a una impostura, a un maquiavelismo tal de que cualquier fin justifica los medios, a tener que aguantar como cuatro individuos ladran pidiendo respeto cuando ellos no lo tienen.
De aquellos polvos, estos lodos y ahora no sabemos que solución puede tener este problema. Lo que sí tengo claro es que si yo veo a alguien con la bandera de Esukadi o con la de Cataluña no haré ni diré nada por el respeto y educación que tengo hacia estas regiones de España.

La cuestión que quiero abordar de fondo es que el himno de una nación forma parte de los símbolos de la misma y, como símbolo hay que respetarlo y respetarlo quiere decir que cuando suena un himno, de forma oficial, hay que ponerse de pie, ya sea el "God save the Queen", "La Marsellesa", "El himno de Mameli" o la "Marcha Real" del mismo modo que nos levantamos para saludar a otra persona cuando estamos sentados, cuando dejamos salir antes de entrar o cuando cedemos el paso a una persona de mayor edad o categoría que nosotros. Por ello, más que por silbar al himno de mi patria, me da más pena por mis compatriotas que no saben lo que es ni la educación ni el respeto que, además, ellos piden para sí mismos.


Como sorbete de limón para cambiar el sabor, quiero decir a todo aquel inculto integral que dice que la bandera española o el himno actual son franquistas o que la bandera con los escudos que hubo en España desde 1938 hasta 1981 son preconstitucionales...
A todas estas personas les leo el artículo 4.1 de la Constitución de 1978:
"La bandera de España está formada por tres franjas horizontales, roja, amarilla y roja, siendo la amarilla de doble anchura que cada una de las rojas"
Cualquier bandera que cumpla con esos requisitos es, constitucionalmente, una bandera de España. Otra cosa es el escudo que, de forma oficial se ponen en ella y que está regulado por la Ley 33/1981, de 5 de octubre, del Escudo de España y que representa a los reinos de Castilla (Euskadi pertenece a Castilla), León, Aragón (Reino al que pertenecían los Condados Catalanes) y Navarra.
Este diseño se lo debemos al Rey Ilustrado, Carlos III que dio en 1785 (sí, unos 300 años antes de la Constitución de 1978) un pabellón naval aunque no fuera hasta el reinado de Isabel II cuando se adoptó a todas las unidades militares y en el reinado de su nieto, Alfonso XIII, cuando se institucionalizó en los edificios oficiales.



Como segundo plato, ligerito, para no atragantarnos, quiero comentar algo sobre el Banco Financiero y de Ahorros, matriz de la archiconocida Bankia. La verdad es que empiezo a sentir un poco de cansancio sobre este tema por lo que se oye, y se lee... quiero intentar ser claro y espero poder conseguirlo:
¿BFA tiene dinero público? Sí, la mayor parte del capital está nacionalizado y pertenece al Estado.
¿El Banco de España forzó fusiones para autorizar la operación?¿se obligó a Caja Madrid a quedarse con otras cajas cuyos balances estaban muchísimo peor que los de Caja Madrid? Sí, es más, Caja Madrid era la única Caja de las que iban a formar el grupo que estaba más o menos sana. Se intentó que se fusionara también La Caixa, ahora Caixabank.
¿Para qué se va a utilizar en Bankia el dinero PRESTADO por el Estado? para pedir financiación al Banco Central Europeo al 1%.
¿Puede pedir Bankia dinero al BCE sin esa ayuda que le ha dado el Estado? No, necestia tener que dar unas garantias, ofrecer un colateral a ese préstamo del BCE y por eso necesita dinero del Estado.
¿Qué puede ocurrir si cae Bankia? que, probablemente, el País se vaya a pique.
¿Sabemos cómo se está obteniendo financiación para hacer frente a los vencimientos de la deuda soberan? Sí, con más emisiones de deuda.
¿Sabemos cómo va a hacer frente a los vencimientos de la deuda de Cataluña el señor Mas? no, pero tiene dos opciones: o no se paga o lo paga el estado español.
Por último, ¿sabemos lo que es el FROB?¿sabemos qué es el ICO?¿sabemos de dónde sacan el dinero el FROB y el ICO?¿sabemos a quién presta dinero el ICO?
Ahora la última, de verdad ¿estamos preparados para hacer capital riesgo? o sólo nos importa la pitada al himno nacional... ah, y de indemnizaciones prefiero no hablar porque me hierve la sangre...

Pdta.: mañana intentaré publicar la entrada de "cómo ganar dinero II"

lunes, 21 de mayo de 2012

La generación que construyó España

Como decía en la entrada anterior, no está siendo un mes de mayo plácido en cuanto al relax y escritura se refiere. No estoy encontrando tiempo para sacar un rato y poder escribir (si a lo que yo hago se le puede considerar escribir) algún artículo. Tengo algunos pendientes de revisar pero creo que este que me llegó hace una semana es muy interesante y no quiero dejar la oportunidad de compartirlo.

Al leer este artículo recordaba cómo un profesor, en el colegio, decía que su generación era la generación de los gilipollas que habían estado media vida a las órdenes de sus padres y media otra a las órdenes de sus hijos… y claro, ahora tú, hijo, te das cuenta del fracaso y eres el que paga los platos rotos de la benevolencia paterna.

Os dejo con el artículo de Fernando Sánchez Salinero, no quiero que sea demasiado extenso y, sinceramente, ¡¡poco tengo que añadir!!

“¿Quiénes son los pobres? Los nietos de los ricos”. Aforismo castellano

Cuando analizas lo que ocurre en una empresa o una sociedad, debes buscar las causas que provocan su situación, porque sólo trabajando sobre las causas, puedes cambiar los efectos. Y no tengo ninguna duda de que una de las principales causas de la prosperidad que vivimos en los años pasados fue la actitud de la generación de nuestros padres, y una de las principales causas de la crisis, es haber perdido esa actitud.

Recuerdo que hace años, un empresario brillante que viajó a China para hacer negocios, me comentaba: “China va a ser imparable. Cuando llegas allí el ambiente te recuerda la España de los años 70. Todo el mundo quiere trabajar mucho, ahorrar, comprarse su casa, su coche, que sus hijos vayan a la universidad… Cuando una generación está así centrada, no hay quien la pare” Este pensamiento me hizo reflexionar entonces y me ha vuelto a la memoria al contemplar a las tres generaciones que convivimos.

Mis padres tienen en torno a 70 años, y siempre han sido un ejemplo de trabajo, honradez, austeridad, previsión y generosidad. Pertenecen a una generación que, como dice mi padre, les tocó el peor cambio: de jóvenes trabajaron para sus padres y de casados para sus hijos.

Son gente que veían el trabajo como una oportunidad de progresar, como algo que les abría a un futuro mejor, y se entregaron a ello en condiciones muy difíciles. Son una generación que compraba las cosas cuando podía y del nivel que se podía permitir, que no pedía prestado más que por estricta necesidad, que pagaban sus facturas con celo, y ahorraban un poco “por si pasaba algo”, que gastaban en ropa y lujos lo que la prudencia les dictaba y se bañaban en ríos cercanos, disfrutando de tortillas de patata y embutidos, en domingos veraniegos de familia y amigos.

Y tan sensatos, prudentes y trabajadores fueron, que constituyeron casi todas las empresas que hoy conocemos, y que dan trabajo a la mayoría de los españoles.

Sabían que el esfuerzo tenía recompensa y la honradez formaba parte del patrimonio de cada familia. Se podía ser pobre, pero nunca dejar de ser honrado.

La democracia significaba libertad y posibilidades y seguir viviendo en armonía y respeto.

Y cometieron los dos peores errores imputables a esa generación:

1)      “Que mis hijos no trabajen tanto como trabajé yo”. Nos cargamos la cultura del esfuerzo y del mérito de un plumazo, convirtiendo el trabajo en algo a evitar.

2)      “Como tenemos unos ahorrillos, hijo, tu gasta, que para eso están tus padres”. Con lo que mi generación empezó a pensar que el dinero nacía en las cuentas corrientes de sus padres, que daban la impresión de ser inagotables y que los bancos eran unas fuentes inagotables de hipotecas, rehipotecas y contrarehipotecas.

Y entonces, eclosionó nuestra generación (yo soy del 67). La generación de los nuevos ricos, la generación de “los pelotazos”, del gasto continuo, de la especulación, de la ingeniería financiera, de la exhibición del derroche, la de lo quiero todo y lo quiero ya, la de “papá dame”.

Y todos nos volvimos ricos (en apariencia), todos nos convertimos en gastro-horteras. ¿Conocéis a alguien que se atreva a comer un bocata de chorizo? Le corren a gorrazos por paleto. Ahora hay que comer hamburguesas deconstruidas al aroma de los almendros al atardecer. ¿Y qué decir del vino? Pasamos del Don Simón con Casera, al Vega Sicilia sin fase de descompresión. El vino ya no está “bueno”, ahora tiene matices a fruta del bosque, con un retrogusto alcohólico, que adolece de un cierto punto astringente, con demasiada presencia de roble. Esto, por supuesto, a golpe de docenas de euro, que para ser un “enterao” hay que pasar por taquilla. ¡Y es que pocas cosas cuestan tanto, como ocultar la ignorancia!

Somos la generación de “endeudarse para demostrar que eres rico”. Increíble pero cierto.

-          ¿Sólo debes 500.000 €? Es que eres un cutre. Mira, nosotros debemos ya 2.000.000 y nos están estudiando una operación por otros 2 más.

-          Vosotros sí que sabéis sacar provecho al sistema… Ojalá yo algún día pueda deber esas cantidades. ¡Cuánto envidio tus préstamos!

En Alemania no daban abasto a fabricar Mercedes, Audis, BMW para los españoles.

Irrumpió Europa en nuestras vidas y llegó en forma de mega infraestructuras que producían mega comisiones para todos los involucrados. ¡Viva el cazo! ¡Viva el yerno del Rey! ¡Que se besen los padrinos! Además llovían las subvenciones, nos daban una fortuna por plantar viñas y luego a los dos años otra fortuna por arrancarlas. Que llegaba un momento que no sabías si tenías que plantar o arrancar. A propósito, ¿Qué toca este año?

Si algún “tarao” dice que hay que parar esto, se le lapida y  “que no pare la fiesta”. Por supuesto que todos estamos de acuerdo que esto es imposible que se sostenga, pero hay que empezar a recortar por el vecino, que lo mío son todo derechos esculpidos en piedra en la sacrosanta constitución.

De la siguiente generación mejor no hablar (lo dejaré para otro post). Esa es la generación que dice el aforismo que será pobre, por ser nieta de ricos.

Si somos incapaces de volver a los valores con los que se construye una sociedad sostenible, nos hundiremos, eso sí, cargados de reivindicaciones.

En mi casa siempre he tenido un ejemplo vivo de cordura, honradez y esfuerzo. Y no han sido menos felices que nosotros. Los psiquiatras, de hecho, dicen que al revés, que han sido bastante más. Debe ser que la sencilla tortilla, el melón fresquito, comprar el sofá cuando se podía, poner las cortinas cosidas por nuestra madre, con ayuda de la abuela, trabajar y echarle huevos para emprender (aunque no lo llamaban así) no debía ser mala receta.

Desde aquí quiero dar las gracias a mis padres y a toda esa generación que nos regalaron un país cojonudo, que nos hemos encargado de arruinar (entre todos, que todos hemos aplaudido la locura), y que sólo con que nos descuidemos un poquito más, le vamos a dejar a nuestros hijos un protectorado chino, donde serán unos esclavos endeudados y tendrán unas historias legendarias sobre la prosperidad que crearon sus abuelos, empeñaron sus padres y son incapaces de imaginar los nietos.

Estamos a tiempo de cambiarlo, pero cada vez tenemos menos. Podemos encontrar maestros en casa.

martes, 15 de mayo de 2012

Cómo ganar dinero

Post Festum: Pestum. O creo recordar que los romanos decían eso. Que después de la fiesta: peste... y sí, he encontrado mi propia peste después del relax del puente del Dos de Mayo madrileño en que el que empecé con dos entradas en las que hablaba de las épicas luchas de la Guerra de la Independencia y en la que continuaba diciendo que tenía confianza ciega en que más pronto que tarde nos recompondremos de la crisis de identidad que sufre esta España en la que vivimos. 

Pues bien, la vuelta a la rutina ha sido más ajetreada de lo esperada y apenas tengo tiempo. Y éste cada vez será menor, puesto que lo que queda de mes y el anterior van a estar cargados de trabajo por parte de la empresa a la que presto mis servicios. Así que poco a poco iré publicando lo que tengo ya manuscrito y, si encuentro algún hueco, iré añadiendo artículos de actualidad.

Pero para hoy no tengo nada mío, aunque sí algo que creo que puede ser interesante. Hace dos sábados, volví a a coincidir con un compañero de fatigas en el tema bursátil y, hablando, le propuse hacer unas entradas sencillas sobre lo que es la evolución de la inversión y de cómo invierte el inversor. Así que, sin más dilación, os dejo con esta primera entrada de la serie: "Cómo ganar dinero"

Como ganar dinero. Paso 1º.

Muchos inversores se preguntan cómo es posible que ellos nunca ganen dinero mientras otros no paran de amasar riquezas. Para contestar a esta pregunta una de las claves es cambiar la actitud que tienen a la hora de invertir. Con la entrada de hoy inicio una serie de posts que espero que me permitan ayudar a estos inversores a amasar sus propias riquezas.
El primer paso hacia esta renovación y que abordamos hoy es sencillo: ¿Quieres convertirte en un inversor ganador? Empieza a comportarte como ellos.
Sin duda para poder hacerlo es necesario que conozcas cuales son las fases bursátiles y como se comportan los inversores ganadores. Yo te lo explico:
Las fases bursátiles son principalmente 5:
  • Fase de “miedo mucho miedo”.
  • Fase de “invierto la calderilla”.
  • Fase de “mi 'cuñao' ha comprado acciones”.
  • Fase de “No puedo ser más tonto que mi 'cuñao'”.
  • Fase de “Oh dios mío, pierdo hasta la camisa”.

Fase de “miedo mucho miedo”: Se caracteriza por el predominio de noticias negativas tanto económicas como financieras, un pesimismo generalizado, miedo a invertir. Este es el momento en el que los inversores perdedores venden y los inversores ganadores compran. 
Fase de “invierto la calderilla”: Esta fase se caracteriza por un aumento de los precios, los inversores perdedores mas espabilaos empiezan a invertir una vez que la bolsa comienza a recuperarse. Las noticias sobre la economía mejoran y cada vez invierte más gente.

Fase de “mi 'cuñao' ha comprado acciones”: Es el momento en que todo el mundo piensa que las subidas no van a tener fin, todas las noticias son muy positivas, los beneficios de las empresas baten récord y el avance de las cotizaciones parece imparable. 

Fase de “No puedo ser más tonto que mi 'cuñao'”: En esta fase los precios siguen subiendo, pero con menos fuerza que en la anterior. Es el momento en el que los inversores ganadores salen del mercado vendiendo sus participaciones a unos inversores que quieren comprarlo todo por el efecto “cuñao”. Es un proceso silencioso en el que los inversores ganadores sacan beneficios y venden sus acciones a los inversores perdedores que están bajo el efecto “cuñao”. 

Fase de “Oh dios mío, pierdo hasta la camisa”: Esta fase llega cuando todos los inversores perdedores han comprado acciones por el efecto “cuñao” y no queda nadie que quiera comprar, ya que los inversores ganadores han vendido todas sus acciones. Los precios ya no pueden seguir subiendo porque falta dinero, entonces comienzan las ventas, que a su vez provocan nuevas ventas a medida que los precios comienzan a caer. Esto lleva al pánico vendedor de los inversores perdedores que piensan vendo y por lo menos saco algo, lo que provoca que los precios caigan en caída libre. Finalmente, se llega a momento en el que los precios son tan bajos que se entra en la fase de “miedo mucho miedo”.
Ahora que conoces las fases, pregúntate: ¿En qué fase nos encontramos ahora? Esta es la primera buena respuesta que hará que te conviertas en un inversor ganador.

Jorge Rodellar

miércoles, 2 de mayo de 2012

2 de mayo (continuación)

Escribía en la entrada de ayer una oda de Bernando López García sobre el dos de mayo. Hoy, dos de mayo de 2012, se cumplen 204 años del levantamiento del pueblo español, porque fue el pueblo español, no sólo el madrileño, el que se levantó en armas contra la invasión napoleónica. Fue España entera la que se alzó en armas contra el invasor. Daba igual de dónde fuera cada uno, se cerraron filas de cara a una empresa común para toda la nación y, podría decirse incluso que, gracias a esa unión de todos los españoles se realizó la primera de nuestras Constituciones, y una de las más importantes, de la que celebramos su bicentenario hace poco. 

He hablado en varios artículos de la crisis de identidad que hay en España sin añadir poco más a lo que decía, hoy puede ser un buen día para que explique un poco más mis bases sobre las que entiendo esta crisis de identidad ¡es que estamos cerca de los cuarenta, mire usted!. A día de hoy, no sabemos lo que actualmente formamos, no sabemos a lo que pertenecemos. Estamos a la gresca unos contra otros, que si el político catalán llama vagos a los andaluces o quieren apadrinar a un niño extremeño, que si los madrileños van siempre a territorio conquistado... 
No nos hemos dado cuenta de la división territorial que hay en España, estamos divididos o pertenecemos a un municipio, que ese municipio pertenece a una comarca que a su vez las comarcas forman las  provincias. La forma jurídica de las provincias data de mediados del siglo XIX para facilitar el contacto del medio rural con la ciudad que quedaba constituída como capital de la provincia, a día de hoy, apenas han variado (el objetivo de la división territorial era que cualquier ciudadano llegase a la capital en apenas una jornada de viaje). La división provincial es muy importante puesto que se reconoce a la provincia como circunscripción electoral y es esta la división que tenemos a la hora de elegir a nuestros representantes para el gobierno de la Nación.

Pero esto no termina aquí, ya que la Constitución de 1978 permite que varias provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica podrán acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas (art. 143 de la Constitución). Bien, a estas Comunidades Autónomas se les dio ese título por ¿sus derechos históricos? por ¿sus características culturales? yo creo que toda la cultura o historia pertenecen a todo el Estado, pero son sólo pensamientos. Lo que está claro es que si hay café, éste tiene que ser para todos y no sólo para algunos ya que todos somos españoles.
La cesión de competencias por parte del Estado central a las Comunidades Autónomas ha llegado a tal punto que a determinadas autonomías sólo les queda poco más que tener su banco central y emitir su propia moneda. Vamos, que ya no estamos a caballo entre un Estado Central y otro Federal, sino que queda ya poco de ese estado federal. Si cuentas, en estados con tradición federalista las competencias que tienen aquí las autonomías, te mirarían ojipláticos e incrédulos ante los quehaceres que tienen estos "miniestados".

En fin, gente con la que normalmente hablo de estos temas, dan un plazo de unos 50 años para la desintegración de España y que termine este "pseudoestadofederal" con la libre asociación o independencia de las regiones (porque no nos engañemos, no son más que regiones) que quieran irse de aquí.


Está claro que los españoles no sabemos vivir en paz con nosotros, que nos va el llevarnos a palos unos contra otros. Será por la envidia generalizada, será por la rivalidad vecinal... pero es que, en cuanto podemos nos ponemos a parir unos de otros ya que, citando al poeta catalán Joaquín Bartrina compartiré sus versos: 
Oyendo hablar un hombre, fácil es
saber donde vio la luz del sol.
Si alaba Inglaterra, será inglés
Si os habla mal de Prusia, es un francés
y si habla mal de España... es español.

Ahora, atente a las consecuencias como vengas de fuera a decirnos lo que tenemos que hacer porque entonces sí que confío en la unión de la nación como ocurrió a principios del siglo XIX. Sí confío en que España se mantendrá unida como ocurrió en la defensa de Numancia y volveremos a hacer nuestros calificativos como "numantino" o "saguntino". Como cuando los reinos (cristianos) de La Península se unieran con un único objetivo común como ocurrió con Alfonso VIII de Castilla, Sancho VII de Navarra, Pedro II de Aragón y Alfonso II de Portugal en el año 1212 en la batalla de las Navas de Tolosa o el "Tanto Monta Monta Tanto" o la unión del pueblo español que vimos en 1808 aunque luego todos sabemos como acabó...

Aun con todos estos malos momentos que estamos viviendo soy optimista y me gustaría acabar con otros versos de un literato de la Generación del 98 y creador del "Esperpento": 

Mientras quede un brazo que mueva una honda,
mientras haya piedras en los pedregales, 
mientras queden ramas en la vieja fronda
donde cortar picas para tus zagales, 
mientras en tu pro se mueva una lanza
España, para tu gloria, hay esperanza

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martes, 1 de mayo de 2012

Oda al dos de mayo

Hoy, uno de mayo, quiero adelantarme unas horas a los acontecimientos que surgieron a raíz del dos de mayo en Madrid, hace ahora 204 años. Para ello he decidido publicar una poesía de un poeta jienense Bernando López García publicada en 1866. La cuestión es que ya he tenido que emplear alguna estrofa de esta oda en otras entradas debido a los paralelismos con la actualidad.

 Oigo, patria, tu aflicción,
y escucho el triste concierto
que forman, tocando a muerto,
la campana y el cañón;
sobre tu invicto pendón
miro flotantes pendones,
y oigo alzarse a otras regiones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones. 

Lloras, porque te insultaron
los que su amor te ofrecieron
¡a ti, a quien siempre temieron
porque tu gloria admiraron;
a ti, por quien se inclinaron
los mundos de zona a zona;
a ti, soberbia matrona
que, libre de extraño yugo,
no has tenido más verdugo
que el peso de tu corona! 

Doquiera la mente mía
sus alas rápidas lleva,
allí un sepulcro se eleva
contando tu valentía.
Desde la cumbre bravía
que el sol indio tornasola,
hasta el África, que inmola
sus hijos en torpe guerra,
¡no hay un puñado de tierra
sin una tumba española! 

Tembló el orbe a tus legiones,
y de la espantada esfera
sujetaron la carrera
las garras de tus leones.
Nadie humilló tus pendones
ni te arrancó la victoria;
pues de tu gigante gloria
no cabe el rayo fecundo,
ni en los ámbitos del mundo,
ni en el libro de la historia. 

Siempre en lucha desigual
cantan tu invicta arrogancia,
Sagunto, Cádiz, Numancia,
Zaragoza y San Marcial.
En tu suelo virginal
no arraigan extraños fueros;
porque, indómitos y fieros,
saben hacer sus vasallos
frenos para sus caballos
con los cetros extranjeros. 

Y aún hubo en la tierra un hombre
que osó profanar tu manto.
¡Espacio falta a mi canto
para maldecir su nombre!
Sin que el recuerdo me asombre,
con ansia abriré la historia;
¡presta luz a mi memoria!
y el mundo y la patria, a coro,
oirán el himno sonoro
de tus recuerdos de gloria. 

Aquel genio de ambición
que, en su delirio profundo,
cantando guerra, hizo al mundo
sepulcro de su nación,
hirió al ibero león
ansiando a España regir;
y no llegó a percibir,
ebrio de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser,
pueblo que sabe morir. 

¡Guerra! clamó ante el altar
el sacerdote con ira;
¡guerra! repitió la lira
con indómito cantar:
¡guerra! gritó al despertar
el pueblo que al mundo aterra;
y cuando en hispana tierra
pasos extraños se oyeron,
hasta las tumbas se abrieron
gritando: ¡Venganza y guerra! 

La virgen, con patrio ardor,
ansiosa salta del lecho;
el niño bebe en su pecho
odio a muerte al invasor;
la madre mata su amor,
y, cuando calmado está,
grita al hijo que se va:
"¡Pues que la patria lo quiere,
lánzate al combate, y muere:
tu madre te vengará!" 

Y suenan patrias canciones
cantando santos deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones
el grito de patria zumba
y el rudo cañón retumba,
y el vil invasor se aterra,
y al suelo le falta tierra
para cubrir tanta tumba! 

¡Mártires de la lealtad,
que del honor al arrullo
fuisteis de la patria orgullo
y honra de la humanidad,
¡en la tumba descansad!
que el valiente pueblo ibero
jura con rostro altanero
que, hasta que España sucumba,
no pisará vuestra tumba
la planta del extranjero! 





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jueves, 26 de abril de 2012

Défict CERO

No me gusta retrasar las entradas que voy preparando y escribiendo o que ya están casi terminadas. Entre otros motivos porque algunos me preguntáis (y me sugerís algún tema) por los nuevos escritos y me siento un poco decepcionado por no poder cumplir con mi palabra. Quería, también, salirme un poco del tema principal que se ha ido abordando durante estas últimas entradas. He preparado una sobre historia, puesto que siempre he querido hablar de nuestros héroes, recordar nuestro pasado… pero está claro que aún no ha llegado la hora para que éste breve escrito vea la luz aunque voy a intentar, por todos los medios, que sea la semana que viene cuando lo publique. No obstante, en esta entrada también se habla algo de historia.

La cuestión es que esta mañana cuando he encendido la radio, escucho que el gobierno va a aprobar este viernes una medida para que tanto Administraciones Públicas como Entes de Derecho Público que tengan un déficit negativo serán intervenidos por el Estado.
A parte de lo terrible que me pueda parecer que un Estado tenga que decir basta ante la inutilidad de la clase política, a parte de lo terrible que me parece que los organismos y entes públicos se endeuden hasta las cejas con algo que no es suyo, pero que pagamos todos o ¿es que nadie se ha dado cuenta de la diferencia que hay entre su salario bruto y lo que realmente le ingresan en el banco? Bien, ahora, normativamente, se va a intervenir a todo ente de derecho público que gaste más de lo que ingrese.

Y yo me pregunto ¿tenemos que llegar a esto? Mientras que recuerdo mis primeras clases en la facultad de derecho, sobre todo aquellas en las que se enseñaba la Teoría General del Derecho, en las que se hablaba del derecho natural y del derecho positivo, del iusnaturalismo enfrentado al iuspositivismo; de como en el primero es la propia naturaleza del hombre[1] la que determina el derecho y en el segundo el derecho está determinado por la norma. De cómo en el primero es la moral y la ética del hombre, o del político en este caso, la que le obliga a no gastar más de lo que tiene y a realizar las tareas que le hemos encomendado, y para las que le hemos elegido; como un buen padre de familia o como en el segundo caso es la norma la que le obliga a cumplir con sus deberes.
Podríamos decir que, según el derecho natural es la propia persona la que cumple con la sociedad, haciendo el bien y no el mal, por vivir en sociedad y formar parte de ésta, por el respeto que debe a sus semejantes mientras que en el derecho positivo es el sometimiento a la norma el que hace que el individuo cumpla con su deber, esto es, es la norma la que garantiza el Derecho y la convivencia y no la propia naturaleza del hombre y de su vida en sociedad.

Recuerdo también las clases de Derecho Romano en la que oí hablar del jurista Ulpiano, sobre él que hace poco leí un artículo del que fuera mi maestro en esta materia. Mirando atrás esos siete años llegué a la definición de Justicia o Iustitia como “est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi” que, traducido al castellano, sería como algo así: “la constante y perpetua voluntad de que cada uno tribute por lo suyo”. Pero no quiero acabar aquí, ya que Ulpiano enunció tres principios, a continuación de su definición de justicia y que más tarde fueron recogidos en el Digesto. Esos tres principios eran:
-         Honeste vivere
-         Alterum non laedere
-         Suum cuique tribure
Que podría traducirse como:
-         “Vivir honestamente”
-         “No dañar al otro”
-         “Dar a cada uno lo suyo” o “que cada uno tribute por lo suyo.”

La verdad es que de ser cumplidos estos principios el mundo sería maravilloso o, quizás, extremadamente aburrido…

Tras este osado inciso, en el que no sé porqué me he atrevido a hablar de materias como el Derecho Romano o la Filosofía del Derecho, quiero terminar con que realmente no tiene que hacer falta que sea la norma la que impida al gestor gastar más de lo que ingresa ya que es él, como persona (y más como un cargo elegido), el que tienen que vivir honestamente y no dañar a los demás dilapidando el dinero que tiene para hacer las funciones para las que le hemos elegido pero, también todos sabemos que, el homo homini lupus[2] (el hombre es lobo para el hombre)... Bueno, la verdad es que hablar de Hobbes y de su teoría del contrato social daría para otra entrada…


[1] Entiéndase hombre como persona, como miembro de la sociedad.
[2] Thomas Hobbes, de su libro “Leviatán”